24 Jun 21
Las redes de entrega de contenido (CDN por el acrónimo en inglés content delivery network) son una tecnología clave para el funcionamiento de Internet y, sin embargo, el usuario medio de la red suele desconocer su existencia y cómo funcionan. En este post queremos hablarte de la historia de las CDN y, también, de la historia de la CDN de Transparent Edge, que nació para prestar servicio a organizaciones que necesitaban distribuir contenidos con velocidad, seguridad y fiabilidad pero quedaban fuera de un esquema que ampliaba la brecha digital.
A través de nodos desplegados por el mundo en forma de red, las CDN distribuyen el tráfico, evitando un colapso que se traduciría, por ejemplo, en caídas de muchas webs a la vez. Pero, además, aseguran la rapidez en la entrega de los contenidos.
Gracias a ellas, por ejemplo, la web de un periódico se descarga al instante con independencia de que estemos en Madrid o en Tokio y la película que estamos viendo en una plataforma no tarda nada en reproducirse aunque el servidor se encuentre en Estados Unidos. Todo ello es posible porque los nodos de una CDN almacenan y replican el contenido original del servidor de origen y este contenido -una copia del original- llega al usuario desde el nodo más cercano a él, lo que evita el tráfico internacional de los datos, aliviando la red.
Toda web con un número determinado de visitas necesita una CDN para asegurar que no se viene abajo ante picos de tráfico, para hacer que sus fotos y vídeos carguen rápidamente y para contar con una primera línea de defensa que evite ataques que la podrían tumbar. Garantizando la velocidad de carga, la reducción del consumo de ancho de banda y la seguridad web, las CDN aseguran una buena experiencia de usuario, algo imprescindible para cualquier organización con presencia en Internet. Y hoy en día, prácticamente todas las organizaciones están dentro de la Red.
Para encontrar el origen de las CDN debemos remontarnos a los años 90, cuando el uso público de Internet comenzaba a extenderse en Estados Unidos y en Europa. El tráfico crecía y se hacía necesario gestionar un flujo en aumento que, al entrar el siglo XXI, se multiplicó exponencialmente ya en todo el globo.
La aparición de las CDN alivió la congestión global que se estaba produciendo en Internet, pero no todas las empresas y organizaciones que las necesitaban podían acceder a ellas. Y es que, las CDN estuvieron reservadas durante mucho tiempo a compañías con muchos recursos, que eran las que podían pagar el servicio que brindaban las CDN existentes entonces, en manos de compañías tecnológicas estadounidenses y con precios elevados.
Luego surgió otro tipo de CDN en el que la propia gestión del cliente reducía costes en soporte y atención. Pero para poder gestionar este tipo de CDN hace falta tener conocimientos tecnológicos específicos y profundos y no todas las organizaciones cuentan internamente con perfiles para ello.
Este esquema de dos extremos -CDN premium de alto precio y CDN low cost, baratas pero carentes de soporte técnico- impactó en la brecha digital de las empresas, porque son muchas, principalmente pymes, las que no disponen de recursos para pagar una CDN con soporte ni tienen los conocimientos necesarios para gestionar una CDN por sí mismas.
Con el objetivo de cubrir ese hueco en tierra de nadie y contribuir al cierre de la brecha digital entre empresas es con el que nació la CDN de Transparent Edge. Jorge Román y Fermín Manzanedo, dos administradores de sistemas que llevaban años trabajando para grandes grupos de comunicación europeos y usando las grandes CDN estadounidenses, conocían bien la tecnología y vieron que hacía falta algo más sencillo y asequible, pero de calidad.
En 2011 dieron forma a la CDN que a ellos les hubiera gustado utilizar, poniendo énfasis en un servicio premium a precios asumibles que se adaptase a cada cliente. Porque una CDN también tiene puntos adaptables a las necesidades de cada organización: no es lo mismo distribuir contenido estático que multimedia, ser un medio de comunicación digital que un e-commerce, una organización sin ánimo de lucro o una administración pública. De ahí la importancia de contar con un equipo técnico y de soporte con gran experiencia, que escuche y sepa entender a cada cliente y los requisitos específicos del sector en el que se inserta, un equipo que sea proactivo y confiable.
Diez años después de su nacimiento, la CDN de Transparent Edge sigue siendo la única CDN comercial española y se ha convertido en la alternativa europea a las CDN estadounidenses. Aunque nació con la vista puesta en esas organizaciones que no podían pagar los precios de las grandes CDN ni disponían del conocimiento necesario para gestionar las low cost, hoy en día cuenta con un amplio abanico de clientes en el que se encuentran también compañías más grandes, multinacionales y organizaciones con nombres muy conocidos por todos. El espíritu, sin embargo, sigue siendo el mismo: mejorar el mundo definido por Internet.