10 Mar 22
Solo el 1,6% de las mujeres profesionales se dedican al sector de la tecnología en España, un porcentaje que, en el caso de los hombres, asciende al 5,6%. Es solo uno de los ejemplos de la brecha digital de género con la que convivimos a diario. Otro es que el sueldo de las mujeres que trabajan en áreas tecnológicas digitales es un 12% inferior al de los hombres.
Estos datos los encuentras en el informe Women in Digital: una perspectiva europea, publicado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). En Transparent Edge queremos reivindicar el papel de la mujer en el sector tecnológico y destacar la necesidad de que amplíe su presencia.
La brecha digital hace alusión a la desigualdad existente entre personas, empresas y/o zonas geográficas en cuanto al acceso y conocimiento de las nuevas tecnologías. La brecha digital de género se refiere a la diferencia entre hombres y mujeres en el acceso a la tecnología y su formación en ella.
Empecemos por el principio de la brecha. O casi. La nueva economía digital tiene una alta demanda de perfiles con competencias digitales avanzadas. Y, tal y como plantea el informe Measuring the Digital Transformation, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE), a mayor intensidad de la tarea en un trabajo tecnológico, mayor es el salario por hora ganado, independientemente del género. ¿Qué significa esto? Que las competencias digitales pueden ser uno de los elementos importantes a la hora de reducir la brecha de género salarial.
Aunque no el único, uno de los lugares en el que se adquieren las competencias digitales avanzadas que requieren las tareas intensas en el trabajo tecnológico es, por supuesto, la universidad. Allí es donde se forman las mujeres STEM, un concepto que se escucha con una frecuencia cada vez mayor.
STEM es el acrónimo de Science, Technology, Engineering and Mathematics, es decir, Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. La escasa presencia de mujeres en estas carreras genera ya una diferencia que luego se arrastrará al ámbito laboral: por cada 1.000 personas de entre 20 y 29 años, solo 11,9 son mujeres graduadas en estas áreas. En el caso de los hombres, son 29,7 por cada 1.000, es decir, más del doble que las mujeres. Según el informe del ONTSI del que te hablábamos arriba, esto sitúa a España en el puesto 18 respecto al resto de los Estados miembro de la Unión Europea, es decir, en una posición media baja.
Pero remontémonos un poco más en el tiempo en busca de los orígenes de la brecha, concretamente a los 15 años. A esa edad, solo el 0,5% de las niñas se plantea profesiones en el ámbito tecnológico, frente a un 5% de los niños. ¿Por qué es así? Los expertos apuntan, entre otros factores, a un sistema que ha invisibilizado a la mujer en el ámbito científico, dejando así a las niñas sin referentes visibles en este ámbito. Pero haberlas, las hay. Y, como te decíamos al principio, en Transparent Edge apostamos por que cada vez sean más.